jueves, 17 de noviembre de 2011

Desmanicomialización colectiva



La Facultad de Trabajo Social de la UNLP fue centro de una jornada llamada La Facultad en la calle, en la que un grupo de artistas del Borda demostró, junto con la participación de los presentes, qué es y cómo se logra la desmanicomialización.

“¿Están preparados para vivir una manicomialización? Porque están todos locos”, así comenzó el sábado 12 de noviembre la intervención que realizó el frente de artistas del Hospital Borda, que encontró en el patio de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP un espacio para intervenir una jornada cultural de la manera que les resulta más cómoda: a través del arte.
Cuatro personas con batas blancas, cintas de peligro y bolsas de papel madera en las manos rodean un grupo expectante y dispuesto a participar. “Tienen que poner el cuerpo y estar en nuestras manos, como en el manicomio”, advierten.
Según se definen, el frente de artistas del Borda es “una organización que a través de 11 talleres produce arte que trasciende los muros, cuestiona el imaginario social de la locura y propone la desmanicomialización: una atención inclusiva de las personas con sufrimientos mentales.
Los de las batas blancas son doctores. Manipulan a quienes esperan sentados intentando descubrir qué sucede, les tapan las cabezas con las bolsas marrones y simulan pinchazos en sus brazos, mientras una voz potente dice: “atala más fuerte, que sienta quién tiene el poder, más medicación por allá”
“Nuestra lucha es por la igualdad de los derechos del que padece sufrimiento mental, contemplando los afectos, garantizando vivienda, trabajo y educación, y la manicomialización nos desiguala”, asegura el frente de artistas. Reparten folletos explicativos contando su lucha y dejando sus datos, y comparten con los presentes un material pequeño que contiene la nueva Ley Nacional de Salud Mental.
Mirtha Otazua, trabajadora social, abogada y colaboradora del frente explica que la disputa actual es por el cumplimiento de la nueva ley, por la reinserción en la sociedad de los pacientes dados de alta y por la desestigmatización de la locura. “Entre todos tenemos que desmanicomializar la sociedad”, propone el frente.
Cada cabeza aislada en las bolsas experimenta ese encierro, esos pinchazos, esos gritos. Cuando llega el momento, todos se sacan las bolsas, y uno de los doctores pregunta qué sintieron. Dolor, grita un chico. Impotencia, grita una chica.
Los doctores están ahora apresados en un espacio cercado con cintas de peligro. Sin dudarlo, quienes ya liberaron sus cuerpos del encierro se levantan del piso, se acercan a los nuevos presos y, en un acto simbólico que pone fin a la intervención, rompen las cintas y eligen liberar también a los trabajadores de la salud.
Sólo así se produce la desmanicomialización.


Poesía

La vida hay mucho camino y muchos por enfrentar
Hay una persona que tuvo que enfrentar la vida de muy niña
y aún de grande la sigue enfrentando
Luly de muy chica sólo tuvo el apoyo de ella misma
porque tuvo a su madre y a la vez no la tuvo
Pero una vez decidió ser alguien
y hoy es alguien y se siente feliz
por las personas que la rodean
que son muy importantes para su vida
Logra la fe y la esperanza
a través de lo que ama.
                                                                     Guadalupe

Un perro sorprende a un gato

Intenté por todos los medios deshacerme de un karma animal. Maullaba como diciendo: "Otra vez no, a mí no me tiene que volver a tocar". Ahí estaba el perro del vecino con una mirada asesina, tanto como si quisiera acabar con todos los gatos del mundo. No tuve ganas de volver a enfrentar ese obstáculo que representa el malestar de hoy y el resto de mi vida.
Un día que era verano, con la panza llena de comida, no tuve mejor idea que hecharme a tirar una siesta, lejos de los perros y mis animales pares. Necesitaba disfrutar del sol, el cielo descubierto de nubes y la brisa suave de verano, recostado en el verde césped. Pero esa tranquilidad deseada se fue agotando, con la llegada del can que me suele fastidiar en mi tiempo libre. Enseguida me enseñó los dientes, y refunfuñando me tuve que meter en la casa de mi amo.
Me sentía amenazado con la rpesencia del dogo, que instintivamente se divertía maltratándome. Hablo del perro del vecino. Pr todos los medios traté de buscar una solución que me liberara del problema.
Una noche que no advirtiera mi presencia me decidí a caminar por el tejado a platicar con otros gatos en busca de aliados. Por desgracia tengo un tempreamento bastante fuerte, y ante la presencia de mis semejantes no hago más que bufar con un comportamiento evitativo.
Para colmo, esa noche estaba esperándome el malvado perro. Por ello tuve que quedarme toda la noche esperando que se duerma, para pasar ligeramente cerca de él y alejarme. Finalmente quise llegar a un acuerdo con el perro y le dije:
-¿No sería mejor que viviéramos en paz sin necesidad de que me estés persiguiendo para cazarme?
Y el perro, con actitud pícara, contestó:
-Escuchame amigo mío, la naturaleza es sabia. Si no viviéramos instintivamente, no seríamos animales.
                                                                                                    Luciano

En el aire

Rompiendo Barreras invadió el aire de la FM Estación Sur el lunes 5 de Septiembre del 2011, con una propuesta diferente: media hora de programación que producen y conducen pacientes externados del área de salud mental del Hospital San Martín. La idea es hacer programas temáticos cada 15 días, con historias, debates, poemas, opiniones y por supuesto, música, que pueden escucharse por www.radioestacionsur.org o por fm 91.7.
 Micaela, Leticia, Guadalupe, Marcelo L., Marcelo A., Luciano, Joni, Lilian y Hernán llevan adelante el proyecto que fue impulsado desde el taller de radio al que concurren en el hospital, con el apoyo de un equipo interdisciplinario coordinado por la Licenciada en Psicología Andrea González. Se trata de "decir cosas que queremos y necesitamos decir" afirmó Luciano, quien se encarga de la conducción, "es como una apertura a distintas cosas que nunca antes había hecho" comentó Marcelo, y es ésa apuesta a algo distinto lo que hace de Rompiendo Barreras un programa especial.
La idea es charlar al aire cuestiones del día a día que interesen a quienes conforman el espacio, al mismo tiempo que se busca encontrar identificación por parte de la audiencia. Y de éso se trata el nombre: superar los obstáculos de la vida diaria, romper barreras.
Los participantes del programa encuentran en la radio una forma de expresión, al mismo tiempo que buscan una forma de comunicar y conectar con los oyentes, y eso se refleja en el modo en el que abordan los debates. Cada Lunes, Rompiendo Barreras demuestra que no es el resultado final de un taller, si no, algo que recién empieza.

Cuarto Programa

El cuarto programa contó con la presencia de Andrea Gónzalez, Licenciada en Psicología, y Nadia Rodriguez, Trabajadora Social,  que fueron entrevistadas por Luciano y explicaron en qué consiste el centro de día del hospital San Martín. El tópico del programa tuvo que ver con un balance realizado sobre la semana de la salud mental, conmemorada del 10 al 17 de Ocutbre, que contó con una jornada con  bandas, actividades y radio abierta de Rompiendo Barreras.

Tercer Programa

El tercer programa giró en torno a los sentimientos, y desde la perspectiva del programa, los conductores no intentaron ocultar su opinión al respecto. Micaela y Marcelo compartieron visiones y momentos personales y en la reflexión final remarcaron la importancia de la contención emocional y familiar.
Descargar el programa aquí: http://www.radioestacionsur.org/audios/fotos/RB/RB3-031011.mp3

Segundo Programa

En la segunda emisión, más cómodos con el aire y los roles de cada uno, se realizó un debate sobre la salud mental con dos subtemas: qué tan importante es estar bien con uno mismo y qué rol juega la voluntad propia y la familia al momento de buscar el bienestar tanto físico como mental. En esta oportunidad, Rompiendo Barreras contó con un invitado especial que aportó a la discusión desde su experiencia personal, Rolando, un ex-compañero del taller y el hospital de día.
Descargar el programa aquí: http://www.radioestacionsur.org/audios/fotos/RB/RB3-031011.mp3

Primer programa

 El primer programa, además de funcionar como presentación, giró en torno al amor y el autoestima, y contó con historias, opiniones y un poema escrito por Micaela, co-doncuctora de Rompieno Barreras.
Descargar el programa aquí: http://www.radioestacionsur.org/audios/fotos/RB/RB1050911.mp3

Salud Mental Comunitaria

Andrea González, licenciada en Psicología y docente en la Universidad Nacional de La Plata, es la coordinadora del Hospital de día del Servicio de Salud Mental del Hospital San Martín. Desde el 2004 forma parte del equipo interdisciplinario que lleva adelante una propuesta de trabajo que considera a la salud mental como una situación problema que no puede reducirse meramente a lo biológico, sino que debe pensarse desde diferentes cuestiones que tienen que ver con lo psíquico, con lo social, con lo vincular.  Una propuesta que se sitúa lejos del paradigma tradicional del encierro.

—¿Cómo conciben, desde el centro de día, a la salud mental?
— Desde acá, el mismo dispositivo nos encuadra dentro de un modelo de atención en salud comunitaria. Esto es algo que nos diferencia de lo que viene siendo el modelo asistencial tradicional, con la existencia del manicomio, que tuvo su hegemonía hasta los años 60. Este es el modelo clásico de atención ante una situación donde se concibe al sujeto como enfermo; hay una enfermedad, se lo asiste y la intervención más directa ante una situación de enfermedad es disponer de una internación. Durante años eso se concibió como un método terapéutico, pero terminó siendo para muchos un método de castigo, en cuanto a que las situaciones en las que están las instituciones y las medidas que se toman en su interior, el encierro, el aislamiento que producen, llevó a lo largo de los años a entender que ese dispositivo que es el manicomio no servía o, lo que es peor, sí servía, pero a los fines del control social.
Lo que nosotros trabajamos acá es esto: ubicar que estamos con una persona que sufre y que no tiene que ver sólo con una enfermedad; tiene que ver con un montón de situaciones y otras variables en juego y ahí entra lo que es nuestra concepción de la salud mental: no es una enfermedad o cuestión ubicada en lo biológico, sino que también interactúan cuestiones que tienen que ver con lo psíquico, con lo social, con lo vincular. Nosotros en lugar de pensar en casos o pacientes pensamos en situaciones-problemas, son problemas a resolver de situaciones complejas, porque hay diferentes situaciones que produjeron la crisis para esa persona, y son muchas situaciones en las que hay que ir interviniendo y viendo.

—Entonces es éste el paradigma que toma el centro de día para proponer la metodología de trabajo en talleres…
Sí, y desde ahí se proponen diferentes actividades. La idea de los talleres trata de correrse también de la idea de pensar en actividades “sólo para mantenerlos ocupados”, que es la perspectiva que ha tenido el manicomio. Entonces en ese sentido, las actividades tratan de poder acercarse lo más posible a las necesidades de ellos.
Todas las actividades buscan un mismo fin: primero, tener un efecto terapéutico, en cuanto a la posibilidad de repercutir en su estado de salud, y después, acercarles herramientas de las diferentes modalidades que hay, desde la radio, el taller de macramé, musicoterapia, educación física. Cada uno busca desde el objeto, desde la actividad concreta, desde la producción concreta que realiza que esto pueda tener un efecto en cada uno de ellos.

—¿Hay articulación entre los talleres entre sí?                             
—Sí, porque nosotros somos un equipo estable de gente que trabaja en el hospital, y a eso se suman los talleristas de algunos de los talleres que vienen  por fuera de la institución; algunos participan de proyectos de extensión, otros vienen ad honren.
El punto en común es la reunión de equipo, porque entendemos el trabajo desde algo que también hace a una perspectiva de la salud mental diferente, que es el abordaje interdisciplinario. Porque entendemos que como, justamente, no estamos ante un caso-problema sino ante una situación problemática, la situación se aborda desde la posibilidad de que diferentes miradas puedan acercar una respuesta posible.

—Esta perspectiva de trabajo tiene que ver con la Nueva Ley de Salud Mental?
—Sí, por supuesto. Antes que eso, tiene que ver con esto que comentaba de que a partir de los años 60 aparece el campo de la salud mental en contraposición con el abordaje pensado sólo desde la psiquiatría, que era la única disciplina que intervenía, en forma hegemónica, sobre el padecimiento mental. Entonces, la interdisciplinariedad, junto con estos dispositivos, junto con el abordaje de lo que es la intersectorialidad, la integración de las distintas instituciones, la mirada que se corre de la cuestión biológica, es parte de un nuevo paradigma a partir de los años 60 de lo que se llama la salud mental comunitaria.
Obviamente, lo que ha sido un paso importantísimo es que  a partir del año pasado este paradigma ha tenido la posibilidad de que tome forma desde una ley, porque la ley lo que hace es plasmar los lineamientos principales de ese modelo de abordaje.

—O sea que las luchas en este sentido se venían dando desde mucho antes de la sanción de la ley…
—Sí. Nosotros acá estamos desde el 2004 y hay otros dispositivos, como el Romero, que han tenido sus centros de salud mental desde hace 10 o 15 años. Y si uno habla a nivel nacional, han sido pioneras provincias como Río Negro, o San Luis, en cierta reforma que hizo, o la cuidad de Buenos Aires misma, con todas sus idas y vueltas.

—Pero siguen existiendo los manicomios…
—Sí, lamentablemente sí. No es fácil pensar que los manicomios van a desaparecer de un momento para otro, porque tampoco me parece que sea la manera. Siempre se habla de que se trata de un proceso de cambio, de transformación, que arranca primero por la cabeza, y después pasa por las institucionesaggiornarse.

— ¿Cuál es la situación actual de la ley?
—Está en una nebulosa tal que circula una especie de imaginario social: ¿está reglamentada o no está reglamentada?, ¿está vigente o no está vigente? Pero en realidad ya es de orden público, el otro día en el Foro de la Salud Mental se decía: “ya está vigente y es de alcance nacional”, entonces en relación a eso hay que actuar aggiornados a la Nueva Ley. Si uno quiere hacerla respetar, parecería que está. Pero bueno, se están implementando todos lo cambios que se van proponiendo; algunos son a corto plazo, otros son a la largo plazo.