jueves, 15 de diciembre de 2011

Séptimo Programa

En el séptimo y último programa del primer año de Rompiendo Barreras fue “la desmanicomialización”. ¿Qué significa para ustedes la demanicomialización? Fue la pregunta que se planteó al inicio del programa, y su respuesta se buscó construir de manera colectiva al cerrar el primer ciclo.
Con el Taller del Esplendor del Hospital Romero como invitado, el programa se propuso intercambiar algunas experiencias con otros talleres radiales de centros de salud mental, para buscar también con el ellos el sentido de desmanicomializar.
Además, en el último programa estuvieron los chicos del Taller de Radio del Hospital Basaglia, Los Gladiadores de la Sonrisa, quienes a partir del año que viene compartirán el ciclo radial con Rompiendo Barreras, saliendo así al aire un lunes cada uno.

Sexto Programa

En el sexto y anteúltimo programa del año, Rompiendo Barreras tenía prevista la visita de una de las talleristas del Taller de Escritura del Hospital de día del Servicio de Salud Mental del Hospital San Martín. Pero ante el imprevisto de que, estando al aire, la invitada no llegaba, Luciano, Hernán y Micaela supieron demostrar la soltura que fueron adquiriendo en la radio y resolvieron la situación con tranquilidad: Luciano leyó un texto escrito por él mismo; el programa seis giró así, pese a los inconvenientes, en torno a la escritura.
Sobre el final del programa, recibieron la visita de la musicoterapeuta del centro de día, que explicó de qué manera la música se utiliza con fines terapéuticos. Charlaron sobre los objetivos de la musicoterapia y las áreas en las cuales se aplica.

Quinto programa

El quinto programa giró alrededor del eje “la música relacionada con la vida”, entendiendo a ésta como una vía para canalizar y expresar nuestras emociones.
¿Qué es la música en tu vida?, ¿cómo nos relacionamos con ella?, fueron algunas de las preguntas que guiaron los 30 minutos de aire de Rompiendo Barreras.
Además, el quinto programa contó con la visita de “Los reyes del rock”, un grupo de rock del Centro de Salud Mental Comunitaria Franco Basaglia. Además de escuchar una canción en vivo, Luciano y Micaela entrevistaron a Adrián y Emiliano, usuarios del centro, quienes a raíz de su experiencia en el taller de música, formaron hace un año su banda musical.

“El manicomio es el encierro, es lo normado y la falta de posibilidad de abrirse a lo nuevo y diferente”

Mirtha Otazua es trabajadora social y abogada, y colabora en el Frente de artistas del Borda cuya principal lucha reside en llevar adelante la desmanicomialización. A partir de la Ley de Salud Mental que fue sancionada en Noviembre del 2010, la lucha legal por dejar atrás los manicomios se convirtió en una lucha cotidiana de paradigmas e ideologías y en ese sentido, Mirta explicó que “romper con esto implica mucho tiempo y esfuerzo, sólo colectivamente logramos potenciarnos y proponer cambios”.

-¿Por qué desmanicomializar?

-Desmanicomializar implica un abordaje diferente de la salud mental. Cuando decimos diferente nos referimos a que implica una forma de vinculo diferente con el otro, con la institucion hospitalaria, y con uno mismo. Es un término difícil de pronunciar y difícil de definir, porque se construye todos los dias y nos incluye en el desafío de revisarnos permanentemente en nuestra propia práctica para no repetir viejos modelos, que justamente responden a una lógica que nos invade y es la lógica capitalista.

-Afirman que una de sus luchas es dignificar la atención de la salud mental. ¿Qué implica? ¿Cómo sería en la práctica?

-Dignificar la salud mental es entender al hombre como hombre social y no como una cosa  que al ingresar a cualquier neuropsiquiátrico u hospital monovalente es aislado de sus afectos, se le quita identidad, se lo sobremedica y se intenta MODELARLO dentro de un sistema con sus reglas NORMALES. Dignificar la salud mental nos compromete a todos, a los que padecen de sufrimiento mental, a los médicos y profesionales de la salud y a nosotros como sociedad, como seres capaces de entender que hay algo fuera del territorio de lo nombrado, que también existe. Existen muchas formas de entender la vida, de sentirla, de actuarla, de hacerla, y no una única forma, como el sistema nos indica, y lo que no está en él (lo fallado, lo inútil, lo pobre) queda afuera.
En la práctica la vemos como un abordaje que implica el compromiso del hombre con el hombre, atravezada por la humanización, con médicos y profesionales que singularicen  al que padece (no  hay un caso igual al otro), por lo tanto la medicación para uno, no es la misma que para otro. El abordaje psicológico es difierente para cada uno. Hay multiplicidades de realidades que deben ser tratadas como tales.-

-Se supone que las políticas de salud mental, legalmente, ya fueron consensuadas. ¿Cómo se está llevando a la práctica el cumplimiento de la ley? ¿Qué debe suceder para que se cumpla en su totalidad?
-Hay una ley Nacional de Salud Mental que fue promulgada en deiciembre del año pasado, aun se esta reglamentando. Esto no dice nada.Porque las leyes son letra muerta sino le ponemos vida y conquistamos los derechos que en ellas están asegurados.
La ley recoge de la sociedad una necesidad consensuada por todos. Actualmente es sólo letra , nada más que letra escrita. Depende de nosotros su cumplimiento, por eso desde el taller de desmanicomialización estamos intentando sumar a los abogados, pra poder invadir de escritos el poder judicial y obligar a los jueces que fallen haciéndola cumplir, a través de esritos de incumplimientos de deberes de los funcionarios públicos, cuando no se respeta lo que el texto de la ley dice.
Por otro lado tenemos que tener en cuenta que lleva tiempo el total cumplimiento (en Italia fueron 30 años), hay que cambiar cabezas y muchas, hay que hacer reservas presupuestarias, que aún no fueron realizadas para creaciones de casas de medio camino. Hay que agregar camas a los hospitales generales, para abrir en todos ellos una rama de psiquiatría y convertir los hospitales monovalentes en hospitales generales.Hay que lograr que se respeten las internaciones cortas. Que no se sobremedique, que se atienda cada caso en particular, con la medicación adecuada .Es decir esta todo por hacer y este desafío es nuestro, ya que la ley esta.

-¿Cómo es hoy la situación de los pacientes del Borda? ¿Cómo es la situación de los pacientes que son dados de alta?

-La situación de los paciente del Borda no ha cambiado. Es la misma. Solo se instruyó el aspecto formal de la ley, convirtiendo el consentimiento voluntario de los pacientes, y la situación de los pacientes que son dados de alta , es la confirmación de que nada ha cambiado.
Cuando son dados de alta , no encuentran trabajo ni lugar para vivir, con lo cual el sistema termina expulsándolos y vuelven a ser internados. Estas cuestiones están garantizadas en la ley, pero en la realidad no se implementan.Va a llevar tiempo y somos todos y cada uno de nosotros los responsables de llevarlo adelante.

-¿Cuál es su mayor lucha hoy por hoy? Esta lucha, ¿cuenta con el apoyo del personal médico?
-Es una lucha compleja, que implica el cambio de cabeza de toda una sociedad, la desmanicomialización es un cambio civilizatorio, asi que pueden imaginar la complejidad del mismo. Hay médicos que entienden la vida desmanicocmializada , pero otros que detentan el poder hegemónico. La lucha es de todos los días , desde el cambio personal, desde lo que nos parece chiquito y cotidiano . Desde incluir lo complejo, desde ponerle el cuerpo a la vida y no sólo quede en palabras, hay líneas de médicos psiquiatras , que se hacen llamar antipsiquiatras, con una mirada desmanicomializadora formidable, hay mucha gente preguntándose, y construyendo el nuevo camino.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Póster de presentación del programa

“Rompiendo Barreras significa que no hay límites”

 Es así como Guadalupe, integrante del programa radial que se emite quincenalmente por Radio Estación Sur, define el sentido del nombre elegido. Un proyecto que nació como taller de comunicación dentro del Hospital de día del Servicio de Salud Mental del Hospital San Martín, y terminó siendo un espacio formal en una emisora local.

Rompiendo Barreras es un programa radial producido y conducido por pacientes del Hospital de día del Servicio de Salud Mental del Hospital San Martín. Desde el 5 de septiembre, Lilian, Micaela, Marcelo A., Marcelo L., Guadalupe, Luciano, Hernán y Joni tienen 30 minutos quincenales para volcar todo lo trabajado en el Taller de Radio que realizan también de manera quincenal. Con la lógica de “un lunes taller, un lunes programa” este espacio se transforma en testigo y protagonista del alto grado de potencial transformador de la comunicación articulada a un espacio terapeútico.
“La radio es una forma de comunicarnos a nosotros mismos. Es un puente que nos conecta con la realidad” dice Luciano, pieza clave en esta historia. Es que todo comenzó a raíz de su marcado interés por la escritura y las explícitas ganas de vincularse de algún modo al periodismo. Fue en ese momento cuando Andrea González, coordinadora del hospital de Día, convocó a tres estudiantes de Comunicación Social con el fin de potenciar esas capacidades y ganas literarias. De los primeros encuentros surgió la posibilidad  y la necesidad de extender la propuesta a todo el grupo, dando lugar así a un taller optativo de comunicación.
De esta manera, durante todo el 2010 se realizó el taller, que no tardó en redefinirse como un Taller de Radio, “gracias a las características del lenguaje y el soporte que prometían mayor factibilidad en términos económicos y además se mostraba como un espacio terapéutico novedoso y de grandes potencialidades”, según relatan sus ideólogos.

Un proyecto de extensión
Pero lo que había nacido como un pequeño taller para satisfacer la necesidad de expresarse de algunos de los pacientes, se salió, afortunadamente, de las manos de todos. Las expectativas y el entusiasmo –además del trabajo permanente- crecieron y el taller necesitó tomar nuevas dimensiones. Los recursos debían extenderse y los materiales radiofónicos eran indispensables para el taller. Fue así como Lucía Pacheco y Ayelén Vázquez, esas estudiantes de Comunicación Social que habían llegado más bien por curiosidad y ganas de dar una mano, presentaron junto a Andrea González, un Proyecto de Extensión a la UNLP a finales de 2010.
Para lograrlo conformaron un equipo interdisciplinario con la Cátedra de Psicología Social de la FPyCS y con la Cátedra de Psicología II de Trabajo Social, y lo presentaron en la Facultad de Trabajo Social, con la dirección de Alfredo Carvalleda. El proyecto fue aprobado y financiado. Las cosas comenzaban a salir cada vez mejor.
La financiación del proyecto era la grabación de 10 micros radiofónicos. Sin embargo, uno de los miembros del equipo, Nelson Piñeyro, fue el nexo con Radio Estación Sur, y lo que comenzó como pequeños préstamos del estudio, terminó siendo la posibilidad –concretada al fin- de un espacio quincenal de media hora para un programa propio.
Es así como surgió Rompiendo Barreras, un espacio radiofónico que se emite en vivo los lunes de 13.30 a 14 horas, íntegramente producido y conducido por quienes decidieron comenzar a romper, todos los días, una nueva barrera.

La comunicación como un proceso de construcción

Las coordinadoras del taller de radio que prepara semana a semana el programa Rompiendo Barrerras aseguran que la falta de teoría al respecto hace que todo se aprenda con la práctica. De qué manera la comunicación, asociada a un paradigma de salud mental comunitaria, logra fortalecer vínculos y romper barreras de todo tipo.

Ayelén Vázquez y Lucía Pacheco son las talleristas del taller de radio que se lleva adelante desde el año 2010 con personas externadas del área psiquiátrica del Hospital de Día del Hospital San Martin. Su objetivo principal no se queda sólo en producir una pieza sonora, y no es nada simple: buscan mejorar la forma de relacionarse mejor a través de la comunicación.
"Hicimos todo al revés" asegura Ayelén cuando intenta explicar cómo articulan las teorías comunicativas con el paradigma de salud mental que manejan los profesionales del Hospital. Y se refiere al orden atípico con el cual se desarrolló el taller, porque el marco teórico de las prácticas se fue construyendo junto con la aparición de las necesidades que la práctica misma fue demandando. Y ésa, en algún punto, es una de las características que posibilitó el crecimiento del taller en el último año.
El hecho de no atarse a una única teoría, o de evitar presuponer que cualquier situación puede responder a una fórmula comunicativa, permitió que poco a poco, Lucía y Ayelén aprendan a solucionar situaciones y problemáticas que demandan tiempo, paciencia y predisposición. Claro que defienden una idea de comunicación que parte de la horizontalidad, y por eso, las teorías de Paulo Freire aparecen al hablar de alguna guía para definir su metodología, ya que un punto freiriano principal es considerar a la comunicación como un proceso dialógico y bidireccional.
"Desde una perspectiva como la nuestra no hay antecedentes registrados de experiencias similares, por eso no empezamos con una metodología clara. Leímos un montón sobre escritos de Alfredo Olivera, director de la radio del Hospital Borda, La Colifata, y su proceso de desmanicomialización, pero en este caso nosotras partimos de perspectivas superadoras de la lógica manicomial" explica Lucía. Es por eso que la construcción de un marco teórico para el taller sólo pudo darse junto con las prácticas, ya que otras experiencias que se dieron en simultáneo como la del Centro de Salud Mental Comunitaria Franco Basaglia aún no tienen registro, justamente porque se dieron en forma paralela.
Por otro lado, la existencia de un equipo interdisciplinario (uno de los puntos que propone la nueva Ley de Salud Mental) brinda a las comunicadoras una caja de herramientas que enriquece su trabajo desde disciplinas como el trabajo social y la psicología. "Lo bueno es que ninguna de las disciplinas tiene más peso que otra al momento de planificar las tareas o solucionar los problemas. Todos tenemos algo para aportar" explica Ayelén, y Lucía agrega " no tenemos vergüenza de preguntar cuestiones referidas a las otras áreas de trabajo, no podemos saberlo todo y por eso existe un equipo interdisciplinario".
La idea de llevar adelante una comunicación terapéutica generó en las talleristas un proceso de aprendizaje en conjunto con los pacientes, en relación a cómo afrontar situaciones, cómo respetar la historia personal de cada uno y, principalmente, cómo eliminar poco a poco la estigmatización que existe en la sociedad respecto a la salud mental. Por eso, el objetivo de este taller no es simple y los resultados pueden camuflarse y pasar desapercibidos, pero están. "Damos seis pasos para adelante y uno para atrás, pero para cuando retrocediste un lugar, ya habías avanzado cinco, y eso es un montón" dice Lucía, mientras que Ayelén se pregunta si, cuando ellas creen que retrodecen, realmente lo están haciendo.
"Logramos entre todos trabajar en grupo, que parece una pavada para alguien que está acostumbrado, pero costó mucho lograr mantener a un lado las individualidades para trabajar en forma colectiva. El colectivo es un logro", afirma Lucía al pensar en el recorrido del taller, que hoy se ve cristalizado en Rompiendo Barreras. Ese es otro de los logros comunicativos más importantes, pasar de ser un taller que producía piezas grabadas que no salían al aire para convertirse en un programa quincenal emitido por Radio Estación Sur.
Los resultados de una experiencia interdisciplinaria y horizontal como la de este taller son difíciles de conseguir y responden a los ambiciosos objetivos de un espacio que en vez de buscar ocupar el tiempo de las personas para que no molesten, apuesta a la comunicación en su sentido más rico: intercambiar, escuchar y construir en conjunto.