viernes, 18 de noviembre de 2011

La comunicación como un proceso de construcción

Las coordinadoras del taller de radio que prepara semana a semana el programa Rompiendo Barrerras aseguran que la falta de teoría al respecto hace que todo se aprenda con la práctica. De qué manera la comunicación, asociada a un paradigma de salud mental comunitaria, logra fortalecer vínculos y romper barreras de todo tipo.

Ayelén Vázquez y Lucía Pacheco son las talleristas del taller de radio que se lleva adelante desde el año 2010 con personas externadas del área psiquiátrica del Hospital de Día del Hospital San Martin. Su objetivo principal no se queda sólo en producir una pieza sonora, y no es nada simple: buscan mejorar la forma de relacionarse mejor a través de la comunicación.
"Hicimos todo al revés" asegura Ayelén cuando intenta explicar cómo articulan las teorías comunicativas con el paradigma de salud mental que manejan los profesionales del Hospital. Y se refiere al orden atípico con el cual se desarrolló el taller, porque el marco teórico de las prácticas se fue construyendo junto con la aparición de las necesidades que la práctica misma fue demandando. Y ésa, en algún punto, es una de las características que posibilitó el crecimiento del taller en el último año.
El hecho de no atarse a una única teoría, o de evitar presuponer que cualquier situación puede responder a una fórmula comunicativa, permitió que poco a poco, Lucía y Ayelén aprendan a solucionar situaciones y problemáticas que demandan tiempo, paciencia y predisposición. Claro que defienden una idea de comunicación que parte de la horizontalidad, y por eso, las teorías de Paulo Freire aparecen al hablar de alguna guía para definir su metodología, ya que un punto freiriano principal es considerar a la comunicación como un proceso dialógico y bidireccional.
"Desde una perspectiva como la nuestra no hay antecedentes registrados de experiencias similares, por eso no empezamos con una metodología clara. Leímos un montón sobre escritos de Alfredo Olivera, director de la radio del Hospital Borda, La Colifata, y su proceso de desmanicomialización, pero en este caso nosotras partimos de perspectivas superadoras de la lógica manicomial" explica Lucía. Es por eso que la construcción de un marco teórico para el taller sólo pudo darse junto con las prácticas, ya que otras experiencias que se dieron en simultáneo como la del Centro de Salud Mental Comunitaria Franco Basaglia aún no tienen registro, justamente porque se dieron en forma paralela.
Por otro lado, la existencia de un equipo interdisciplinario (uno de los puntos que propone la nueva Ley de Salud Mental) brinda a las comunicadoras una caja de herramientas que enriquece su trabajo desde disciplinas como el trabajo social y la psicología. "Lo bueno es que ninguna de las disciplinas tiene más peso que otra al momento de planificar las tareas o solucionar los problemas. Todos tenemos algo para aportar" explica Ayelén, y Lucía agrega " no tenemos vergüenza de preguntar cuestiones referidas a las otras áreas de trabajo, no podemos saberlo todo y por eso existe un equipo interdisciplinario".
La idea de llevar adelante una comunicación terapéutica generó en las talleristas un proceso de aprendizaje en conjunto con los pacientes, en relación a cómo afrontar situaciones, cómo respetar la historia personal de cada uno y, principalmente, cómo eliminar poco a poco la estigmatización que existe en la sociedad respecto a la salud mental. Por eso, el objetivo de este taller no es simple y los resultados pueden camuflarse y pasar desapercibidos, pero están. "Damos seis pasos para adelante y uno para atrás, pero para cuando retrocediste un lugar, ya habías avanzado cinco, y eso es un montón" dice Lucía, mientras que Ayelén se pregunta si, cuando ellas creen que retrodecen, realmente lo están haciendo.
"Logramos entre todos trabajar en grupo, que parece una pavada para alguien que está acostumbrado, pero costó mucho lograr mantener a un lado las individualidades para trabajar en forma colectiva. El colectivo es un logro", afirma Lucía al pensar en el recorrido del taller, que hoy se ve cristalizado en Rompiendo Barreras. Ese es otro de los logros comunicativos más importantes, pasar de ser un taller que producía piezas grabadas que no salían al aire para convertirse en un programa quincenal emitido por Radio Estación Sur.
Los resultados de una experiencia interdisciplinaria y horizontal como la de este taller son difíciles de conseguir y responden a los ambiciosos objetivos de un espacio que en vez de buscar ocupar el tiempo de las personas para que no molesten, apuesta a la comunicación en su sentido más rico: intercambiar, escuchar y construir en conjunto.

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